Clara Brugada, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha anunciado el regreso de la licencia de conducir permanente, una promesa que ha llamado mucho la atención de los conductores de la ciudad. Esta medida busca simplificar y reducir los trámites para los automovilistas, representando un cambio significativo en la política de movilidad de la CDMX.
Durante su toma de protesta el 5 de octubre de 2024, Brugada mencionó que la implementación del programa de Licencia de Conducir Permanente estaría dentro de los primeros 100 días de su gobierno, situando el inicio potencial entre el 5 de octubre de 2024 y el 13 de enero de 2025. Este anuncio ha generado expectativas y preguntas sobre cómo y cuándo se podrá acceder a esta licencia, así como sobre sus costos.
Hasta la fecha no se han detallado los pasos específicos para tramitar la licencia permanente por primera vez bajo la nueva administración. Sin embargo, para aquellos que ya poseen una licencia permanente expedida antes de 2007, cuando dejó de ser emitida, se ha mantenido la posibilidad de reposición o renovación. Este trámite tiene un costo establecido de 1,049 pesos mexicanos.
El regreso de la licencia permanente es visto como un mecanismo para aliviar la carga administrativa y económica que implica renovar la licencia cada cierto tiempo. Esta licencia no requiere renovación, salvo por pérdida o deterioro, lo que implica un ahorro a largo plazo para los automovilistas, evitando el pago recurrente de la tarifa de renovación cada tres años.
La propuesta de la actual jefa de gobierno se presenta dentro de un contexto donde la movilidad y la simplificación de trámites son temas de interés público. La licencia permanente no solo representará un costo único, sino que también reducirá la burocracia y las colas en las oficinas de tránsito, un problema recurrente en una ciudad con alta densidad vehicular y poblacional como la CDMX.