Una de las ramas artesanales que se trabajan en el Estado de México es la metalistería, misma que destaca por emplear diferentes técnicas y metales para la elaboración de artesanías utilitarias y decorativas.
Ejemplo de ello es la herrería artística forjada que se realiza a través del martillado y forjado al rojo vivo del metal, soldándose en un material maleable, de gran resistencia, que tolera ser estirado y doblado.
El proceso inicia cuando el artesano empieza a calentar las partes de hierro o el acero que se habrán de moldear. La técnica a utilizar puede variar dependiendo la región y del tipo de pieza a realizar; éstas pueden ser muebles, percheros, faroles, esculturas y barandales, entre otras.
Posteriormente se marca una plantilla sobre las hojas de lámina, las cuales posteriormente se cortan con martillo y cincel; después se lleva a cabo el proceso de calado sobre una base de plomo y mediante golpes controlados se forma el diseño. En la última etapa se unen las hojas y se trabaja en los detalles, para finalmente cubrirlas con barniz.
Otros materiales que se utilizan en la metalistería son el cobre, el latón, la hojalata, el bronce y al que popularmente se le conoce como pewter; esta última es una aleación metálica compuesta en su mayor parte de estaño y en menor porcentaje, de cobre.
Otra técnica es el repujado que consiste en moldear planchas de aluminio para obtener un dibujo en relieve; el decorado y pintado es totalmente a mano, creando lujosas cajas, cuadros, portarretratos y alhajeros, entre otras piezas.
Los municipios del Estado de México que destacan en la elaboración de metalistería son Chalco, Ecatepec, El Oro, Papalotla, Tecámac, Tejupilco, Toluca, Zinacantepec y Valle de Bravo.