Ernestina Godoy Ramos, consejera jurídica del Ejecutivo Federa leyó los artículos del decreto que se publica este miércoles en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para que entre en vigor, pues al final de la conferencia fue firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
- Artículo 1. En nombre y representación del Estado Mexicano se reconoce políticamente que los actos de violencia gubernamental del 2 de octubre de 1968 en contra de integrantes del heroico movimiento estudiantil fueron constitutivos de un crimen de lesa humanidad, como fue reconocido por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970)
- Artículo 2. Se instruye a la titular de la Secretaría de Gobernación para que ofrezca una disculpa pública por esta grave atrocidad gubernamental a las víctimas, familiares y sociedad mexicana
- Artículo 3. En representación del Estado mexicano, el Ejecutivo Federal se compromete a garantizar la no repetición de las atrocidades: represión, actos de privación ilegal de la libertad, uso de las Fuerzas Armadas contra la población, uso de cárceles clandestinas, tortura o tratos crueles para destruir o eliminar a un grupo de la población mexicana
- Artículo 4. Quedan a salvo los derechos que asisten a víctimas y familiares
- Artículo 5. Este reconocimiento servirá para la materialización de actos subsecuentes para uso de justicia, preservación de la memoria y no repetición de los hechos
- Artículo 6. Asumo el compromiso solemne y giraré las correspondientes órdenes formales para que sus estructuras y elementos no sean utilizados para atacar o reprimir al pueblo de México y se fortalezca la formación en derechos humanos y construcción de la paz, se asuma el reconocimiento de estos hechos históricos y se garantice su no repetición
- Rosa Icela Rodríguez Velázquez secretaria de Gobernación , se reconoció la responsabilidad del Estado en estos hechos, describiendo la masacre como un crimen de lesa humanidad. Durante su mensaje, la presidenta Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno con la verdad y la justicia, destacando que “la disculpa pública engrandece a los pueblos y pone un alto para que nunca más vuelva a suceder.
Redacción: J. Fernando Mejía