Productores se cebada del Sistema Producto Cebada México A.C, pertenecientes de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México, tomaron la maltería de Heineken en el municipio de Rafael Lara Grajales, Puebla por el motivo de pagar la producción en un precio de 7mil 240 pesos mexicanos.
Motivada por la elevación del grano por la guerrea de Ucrania, se ofreció una metodología establecía para el cálculo del precio hace dos años, posterior al 2023 al bajar precios dicha metodología se vio en peligro para no continuar y ser modificada, para que este año Heineken quiera establecer sus precios y no seguir lo establecido con el trato metodológico.
“Es la primera que pasa después de cuarenta años, siempre nos sentamos con agricultura Federal y la Industria en donde estamos negociando. El problema de la cebada es que solo hay dos compradores; Grupo Modelo y Grupo Heineken que puede llegar a ser un monopolio del tema de la compra, por eso hay una negociación previa para el tema del precio, entonces ellos en forma no leal le están hablando de forma individual a cada productor diciéndoles el precio, o sea les imponen como un terrorismo, por eso hay que negociar”, menciono Ricardo Canales, Presidente del Sistema Producto Cebada México A.C.
Con grupo Modelo las negociaciones fueron claras, ya que con una reunión donde las ambas partes pudieron llegar a un acuerdo, se respetara el precio de producción.
En datos, el centro del país produce la mayor siembra de cebada, siendo que en Hidalgo son 110 mil hectáreas, una de las zonas más importantes para este sector.
“A Grupo Heineken le sale más barato importar la cebada que cómprala, ellos exportan malta y la mandan a su proceso, lo que ellos están agarrando de nosotros es el agua, ocupando nuestros recursos naturales, sin el beneficio de que nos compren la superficie,” mencionó.
Se menciona que Heineken está disminuyendo superficie de siembra o se va a otras zonas donde no exista una organización de productores para pagar más barato.
Las acciones que continuaran son iniciar mesas de diálogo para llegar a negociaciones, manifestaciones pacíficas, una de ellas a desarrollarse en Palma Gorda en Hidalgo.
Los cuestionamientos de los cebaderos mexicanos son de como empresas internacionales impongan un precio para después llevarse los insumos para que ellos se queden de brazos cruzados.
