La Secretaría de Bienestar y la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM) coordinan la labor altruista que realizan las Instituciones de Asistencia Privada (IAP) en beneficio de los grupos más desprotegidos de la entidad.
Un ejemplo son los cuidados paliativos a personas con enfermedades crónicas o en etapa terminal, atenciones médicas y alimentarias en comunidades lejanas o en centros penitenciarios que ofrece la institución El Buen Samaritano.
En cuestión de servicios alimenticios a personas de escasos recursos, anualmente atiende a más de 2 mil personas y otorga atención médica por parte de un equipo de médicos, enfermeros, psicólogos, terapeutas físicos y auxiliares de enfermería mediante consultas médicas, odontológicas y de rehabilitación, en su sede, o bien llevando los servicios a comunidades lejanas o de difícil acceso.
Asimsimo, realiza brigadas en centros penitenciarios como el Penal de Tenancingo y el Centro Penitenciario Tenancingo Sur, dirigido a las personas privadas de su libertad.
“El objetivo de la consulta no sólo es resolver el problema que en ese momento afecta al paciente, sino prevenir y detectar factores de riesgo para enfermedades latentes o potenciales en el corto, mediano o largo plazo.
Además, en la institución se proporciona al enfermo los medicamentos necesarios para lograr un tratamiento integral”, detalló María Cristina Suárez Carús, Directora de Recaudación de fondos de El Buen Samaritano.
Explicó que reciben apoyo de fundaciones, empresas y particulares comprometidos con los que menos tienen, sin embargo, siempre requiere de más ayuda para seguir contribuyendo con su labor.